No salgas con una chica que viaja. Es tan difícil de complacer. La usual cita y película en el centro comercial la aburrirá hasta la muerte. Su alma quiere nuevas experiencias y aventuras. No se impresionará con tu carro nuevo o tu reloj costoso. Ella preferiría escalar una roca o saltar de un avión que irte fanfarronear.
No salgas con una chica que viaja porque ella te estará insistiendo en reservar un asiento de avión, cada vez que hay una aerolínea con rebajas. No saldría de fiesta a Republiq. Y nunca pagará mas de $100 en Aviicii, porque sabe que un fin de semana de fiesta equivale a una semana en un lugar mucho más emocionante.

No salgas con una chica que viaja porque ella ha escogido una vida de incertidumbre. No tiene un plan, ni una dirección permanente. Ella va con la corriente y sigue su corazón. Ella baila al ritmo de su propio tambor. No necesita un reloj. Sus días están regidos por el sol y la luna. Cuando las olas llaman, la vida se para, y ella se olvidará de todo lo demás por un momento. Pero también ha aprendido que lo más importante es surfear.
No salgas con una chica que viaja pues ella tiende a decir lo que piensa. Nunca tratará de impresionar a tus padres o amigos. Ella sabe de respeto, pero no le da miedo abrir un debate sobre temas que afectan el mundo o responsabilidad social. Ella nunca te va a necesitar. Ella sabe cómo levantar una carpa y arreglar sus propias aletas sin tu ayuda. Cocina bien y no necesita que le pagues su comida. Es demasiado independiente y no le importará si viajas con ella o no. Se olvidará de reportarse cuando llegue a su destino. Ella está ocupada viviendo el presente. Le habla a extraños. Conocerá muchas personas de otras partes del mundo que comparten su pensamiento, su pasión, y sus sueños. Ella estará aburrida contigo.
Así que nunca salgas con una chica que viaja a menos que puedas seguir su ritmo. Y si tu sin querer, te enamoras de una, ni se te ocurra quedártela. Déjala ir.