sábado, 17 de diciembre de 2011

Soledad

Nunca había comprendido a este ese momento cuanto dolía podía entrar en su pecho, no existía consuelo alguno, pañuelos suficientes que secaran sus lagrimas, ni canciones suficientemente triste que pudieran expresar lo que sentía verdaderamente. No le alcanzaba llorar noches tras noche hasta dormirse. No era suficiente, sabia que lo merecía y no se arrepentía de todo lo que sufría, por lo menos significaba que todavía era capaz de sentir algo, no podía ser peor que no sentir nada. Ademas quería decir que seguía viva por dentro a pesar de que sintiera todo lo contrario,  a pesar de que sus ojos expresaran solo tristeza, y la necesidad de alguien la escuchara o la abrazara mas bien porque no podía hablar, pero nadie lo notaba. Porque nadie veía cuanto sufría, como se le llenaban los ojos de lagrimas a cada palabra, ellos simplemente querían verla reír y no entendían que ella podía no ser feliz y lo hacían sin ninguna maldad, se lo aseguro. Pero en fin ella solo necesitaba tiempo, lo que menos quería en esta vida y lo que mas rápido  o lento (quien sabe) pasaba, realmente no tenia noción de ello . . .

domingo, 11 de diciembre de 2011

Existen finales felices?

Era un día como cualquier otro, caminaba sin saber a donde iba simplemente lo hacia por rutina. Era una de esas veces en las que estas rodeada del bullicio pero nada importa, o tienes la música de tus auriculares que a penas lo soportas, como si alguien te estuviera hablando, pero no lo escuchas porque tu no eres consciente de nada de ello, de lo único que eres capaz de escuchar y porque ademas no puedes escapar ya que no hay salida es de escuchar tus pensamientos. Y ellos solo saben hablar de lo que mas te duele, solo saben meter el dedo en la yaga. Ella estaba tan triste... pero tan poco podía hablar de ello o desahogarse, que le parecía imposible un día dormirse sin llorar o soñar con el y al otro día despertarse con un dolor en el pecho cada vez mas profundo. El tiempo había pasado las cosas cambiaron, y aunque ella también cambio físicamente por dentro seguía igual era como para que todos pensaran que ella estaba bien, que ella era fuerte pero jamas había sido así, ella prefería sufrir en silencio antes de que le tuvieran lastima.
Pero a tanto dolor un día llego su recompensa, ella caminaba como sin vida, como siempre que estaba sola, aprovechaba de ser ella misma y no tener que fingir y escucho que la llamaron por su nombre, se paro en seco, era imposible que confundiera esa voz tanto como el el estuviera allí, debía ser producto de la imaginación pensó no se animaba a darse vuelta y cuando estaba decidida a continuar con su camino escucho que alguien venia corriendo y se paro detrás de ella con el aliento cansado, ella espero sin saber que pensar y mucho menos hacer entonces el le tomo el brazo cuidadosamente mientras repetía su nombre, y solo ahi se animo a mirar...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Me di cuenta cuanto daño nos puede hacer una inocente pelea o cosas que decimos en la vida cotidiana, actos, pequeñeces que parecen en el momento, pero como nos marcan, como nos duelen, y lastiman.
Quizás de la bronca no pensamos pero cuanto daño podemos hacer! Escuchando diferentes historias de vida, conociendo nuevas personas, tratando con antiguas amistades, trabajando en un lugar en que se esta en contacto permanente con la gente me doy cuenta que nunca (por mas que me encantara) terminare de entender a las persona. Distan tanto los pensamiento, actitudes de ser, formas de unos a otra que confunde. Porque muchas veces piensen según la forma en que fueron educados, según la época, según la experiencia de vida principalmente. Aunque no todas las personas son abiertas y te cuentas sus historias la mayoría si lo hace. Se que no se pueden confiar en nadie y eso probablemente sea mi mayor error, confiar en todos.
Aprendí que la mejor de las personas puede dañarte mas que tu peor enemigo, y que de la persona que menos lo esperas te va a tender la mano cuando lo necesites.

martes, 8 de noviembre de 2011

una imaginación

Esa sensación de que algo pasará. Todo era tan distinto antes, la vida parecía simple, no tenía que esforzarme para parecer bien porque simplemente estaba bien. Ahora no, ya nada pasará porque todo está en mi mente. Hoy se cumple 3 meses y por favor! no me lo puedo creer, no se si decir que es mucho o poco tiempo, no tengo noción de el, por un lado me parece tanto!
No se que pensar, que sentir, que hacer... la vida era mucho mejor cuando estabas tan cerca mio, y las cosas que era, soy, y seré capaz de hacer ni yo tengo conciencia.
Ahora no me queda más que llorar y recordar todo lo que pueda. Aunque los recuerdos duelan más y más cada día es necesario para demostrarme cuan ciega estaba, cuan feliz era con el simple hecho de ver su cara, oír su voz y cuan estúpida fui de no disfrutar de cada segundo.
Tan sola me encuentro ahora, necesito saber tantas cosas, preguntar y decir muchas palabras que quedarán guardadas en mi corazón como una imaginación, que solo es eso una imaginación.

martes, 1 de noviembre de 2011

"Será como si nunca hubiera existido"

«Será como si nunca hubiera existido», me había prometido.
Noté el suave suelo de madera en las rodillas y luego en las palmas de mis manos, y al fin apretado contra la piel de mi mejilla.  Esperaba poder desmayarme pero, para mi desgracia, no perdí la conciencia. Las oleadas de dolor, que a penas me habían rozado hasta el momento, me alzaron y barrieron mi mente, hundiéndome con su fuerza.
Y no salía a la superficie.












Octubre














Noviembre














Diciembre














Enero














El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mí.





sábado, 15 de octubre de 2011

Mi amor imposible

Me he enamorado de ti por quien eres, por lo bello de tu interior, por todo aquello que sólo mis ojos pueden ver... Así es como yo te veo, es algo que escribí hace un tiempo... Mi amor imposible es alto, tanto de la cabeza a los pies como de la cabeza al cielo... Su piel clara es la más suave, si te atreves a tocarla con tu alma... Sus cabellos,  cual negra noche son. Sus ojos, tan oscuros, tan brillantes tan hermosos que desearías su mirada. Esa mirada tan tierna, tan dominante, esa mirada soñadora, cautivadora... de la que ya no puedes escapar... Su nariz perfectamente adorna el centro de su rostro. De sonrisa brillante, como un claro día. Su boca tan perfecta, deliciosa que sólo provoca una cosa... Sis besos exquisitos, tan dulces, tan apasionados
http://simplementeamor.obolog.com/amor-imposible-33667
Llenos de un amor que yo he deseado, desearía perder el aliento en sus labios... Cada uno de sus rasgos son como de un gitano que mi corazón ha hechizado y ha hecho que esté enamorada. Sus manos son grandes y hacen evidente el esfuerzo que realiza al pasar de los días constantes. Sus brazos son fuertes, perfectamente formados, como desearía estar en ellos y perder la respiración en un abrazo.
Mi amor imposible es tan dulce que es casi imposible ignorarlo y no caer rendida en sus brazos. También es muy alegre, como nadie que haya conocido. Su alegría es contagiosa, es casi imposible no sonreírle. Más tierno que un oso de felpa, así es mi amor... Todo él es maravilloso tanto por fuera como en su interior.. Todo él es mi delirio, ya no me puedo contener... Lo amaré como es y nada en él cambiaré

jueves, 29 de septiembre de 2011

Popurrí Alejandro Fernandez

Hoy me he despertado, con mucha tristeza
sabiendo que mañana ya te vas de mí.
Te juro mi vida que pensando en lo nuestro
me pase la noche, casi sin dormir.

Ya lo se que tú te vas que quizás no volverás
que muy tristes hoy serán mis mañana si te vas.

Hasta cuando volverás a mis brazos no lo sé
será una eternidad, creo que te voy a perder
Ya lo se mi amor, que te vas, te vas
Y ha llegado la hora de decirnos adiós
te deseo buena suerte hasta nunca mi amor
Adiós amor... Adiós amor... Adiós amor...
Adiós amor... Adiós amor...


Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño
y aunque no quieras este amor que yo te ofrezco,
y aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre,
de cualquier modo yo te seguiré queriendo.

Yo se que nunca tu querrás jamás amarme,
que a tu cariño llegue demasiado tarde.
No me desprecies no es mi culpa no seas mala
Por que tú eres de quien quiero enamorarme
Que daño puedo hacerte con quererte,
si no me quieres tú yo lo comprendo
perfectamente se que no nací yo para ti
Consciente estoy mi amor que no eres para mi
No hay necesidad que me desprecies
Tu ponte en mi lugar a ver que harías
La diferencia entre tú y yo sería corazón
que yo en tu lugar si te amaría.

Tal vez mañana yo despierte solo
pero por el momento quiero estar soñando
no me despierte tú no ves que así yo soy feliz

Consciente estoy mi amor que no eres para mi
No hay necesidad que me desprecies
Tu ponte en mi lugar a ver que harías
La diferencia entre tú y yo sería corazón
que yo en tu lugar si te amaría
que yo en tu lugar si... si te amaría.


Que seas muy feliz, estés donde estés cariño
No importa que ya no vuelvas jamás conmigo
Deseo mi amor que sepas también que te amo
Que no te olvide, que nunca podré, te extraño.

Que seas muy feliz, que encuentres amor mi vida,
Que nunca mi amor te digan adiós un día...

Perdóname mi amor por todo el tiempo
que te ame te hice daño
Te ame demás si fue mi error
que soledad estoy sin ti lo estoy pagando
Que seas muy feliz, que seas muy feliz,
Mientras que yo te sigo amando...


Este es el tema que no me cansaré de escuchar y llorar por más que lo escuche mil veces al día

lunes, 15 de agosto de 2011

Duele ver partir a alguien que amamos

El un día le dijo -te quiero y ella sentio mucha emoción, el le dijo -te amo, y ella penso que era verdad, se ilusiono, le creyo, fue demasiado para ella su corazón lo amaba aun mas de lo que el decia amarla, penso que era el mejor, que no lo cambiaría por nada ella recuerda que el dijo que el día que dijera un "te amo" era porque en verdad así lo sentía.. Pero no fue así, poco tiempo pasó para que ella se diera cuenta, de que lo que le habías dicho no era verdad, bastaron tan solo unos días, para darce cuenta de que la distancia era demasiada, de que el tiempo que estaban separados era demasiado para el, el le dijo que la querías, pero que no era lo mismo estar separados y verce cada cuantos días, que eso mataba día a día su grande amor por ella, el le dijo que lo perdonara, que no era su intención lastimarla, que se olvidara de el y que encontrara alguien mejor le deseo mucha felicidad, ah y que luchara por sus sueños. pero el no sabia que su felicidad eres el, el sueño por el que ella iba a luchar era por el... ella Creyo que el la amabas, pero no fue así... y al final solo sintio que el mundo le dio la espalda que lloro porque alguien que creia que la amaba y la dejó por otra persona, y lo unico que sintio fue un nudo en la garganta que no la dejo decir muchas cosas que tenian guardadas que la lastimaron y si el mundo le dio la espalda, es porque a veces ella misma no quiso mirarle la cara por ahi pudo simplemente pensar que tuvo un mal día, que mañana cambiará y todo será mejor, pero si no pasa y si siempre esta repetiendo una y otra vez ''por qué a mí me tiene que pasar todo esto?'' todo sabemos como duele ver partir a alguien que amamos y más cuando sabemos que otra persona va a ocupar nuestro lugar, pero hay que aprender a no mirar mas a ese lado, aprender a mira a los lado que podemos estar bien, siempre pero siempre siempre va haber alguien dispuesto a amarnos sólo tenemos que abrir bien los ojos y ser positivos porque si queremos nunca vamos a estar solos yo fui de las personas que saben grandes verdades y callo pero a veces pienso… ``si todo lo que me guardo me hace mal y no gano nada´´ para qué seguir callanda? por eso pienso que si puedo voy ayudar a esas personas y evitar tantas tragedia, ademas seria como un desahogado. es verdad que muchas veces solemos encontrarnos en nuestras vidas con personas que no valen nada porque nos juzgaron, porque con una mirada son capaces de sentirse superiores, por eso simplemente hay que seguir adelante sin rencores y sin lastimarce simplemente acordarce de lo lindo que fue estar a su lado

miércoles, 10 de agosto de 2011

Sin final feliz

Uno de mis libros favoritos prácticamente se estaba convirtiendo en mi vida. Es decir, no me pasaba exactamente lo mismo, pero en esencia si, pero sin el final feliz que yo tanto deseaba.
Existía un gran secreto que yo debía describir, algo que sus ojos gritaban, y que en realidad yo sabía. En el fondo estaba esperando esa respuesta, lo sabía aunque mi mente había bloqueado esa posibilidad y la había arrancado de raíz. Pero la realidad estaba a la vista, y si yo me engañaba o no era cosa mía porque de todas formas no podía cambiar esa verdad que no me pertenecía.
Mi príncipe azul no existía. Y yo lo sabía ahora, al fin de cuentas yo no era un princesa y no merecía tal fortuna, tal privilegio mejor dicho. Y ahora me encontraba tal y como la protagonista del libro, con un agujero en el pecho que me atacaba cuando me permitía siquiera pensar en su nombre, era como si alguien metiera la mano en ese agujero y me intentará arrancar el corazón, o lo intentará.
Mi cabeza ya no parecía funcionar, no pensaba en nada, solo un terrible dolor ocupaba su lugar. ¿Cómo podría vivir ahora? Él ya no volvería si es que alguna vez había estado y quería pensar que alguna vez había estado, aunque ese pensamiento me mortificará más.
¿Por que me pasaba esto a mi? O mejor dicho ¿Por que NO a mi? Aceptaba esto, quizás lo merecía. Lo soportaría tanto como me fuera posible, y viviría con eso resignada a que no quedaba más opción que aceptarlo y tal vez algún día superarlo...

jueves, 4 de agosto de 2011

¿Algún día...?

Me pregunto si algún día esta espera tendrá su recompensa. O si es en vano todo lo que hago (por poco que sea). Es increíble como me transformo cuando él aparece. Pero cuando se va y todo vuelve a pasarme factura y a recordarme que no debería a hacerme ilusiones. Él esta, él existe naturalmente pero nunca será para mí.
Las horas pasaban pero yo no era consciente de eso. Odiaba que justo después de que cerrara la puerta me encontrara ansiosa y sola recorriendo el pequeño salón en busca de algo para hacer, de alguna distracción que se llevara el tiempo, la memoria, los recuerdos, sus recuerdos. Era inútil pensar en aquello. Tenia que llevar mis pensamientos hacia otro tema, hasta lo más insignificante tendría que tener sentido en este minuto.
Y solo estaba ahí sentada igual que siempre pasando el tiempo que se hacía interminable. Las agujas del reloj no parecían querer cooperar ni moviéndose un segundo si quiera. Era imposible. Verifique el celular, tenía la misma hora. Diablos! ¿Porque no pasaba el tiempo?
Decidí que sería mejor no pensar en nada. Practique eso en mi mente, ponerla en blanco. Resulto un poco difícil pero lo logre, de pronto solo estaba escuchando música de fondo pero lo mismo podría ser mi tema favorito, o el tema que más odio. No encontraba la diferencia ahora que el aturdimiento era total.
Aquello no podía ser nada bueno ya que a menudo tenía que dedicar más atención de la necesaria en recordarme como hacer las cosas más sencillas, las que hacía día a día. Pero le prefería, claramente, mil veces más antes que estar consciente de la realidad que esperaba ansiosa el menor desliz para atacarme de nuevo. Con un dolor inmenso y un mar de lagrimas. Eso llegaría, obviamente no podía evitar lo inevitable. Pero prefería que fuera cuando estuviera sola. No necesitaba ni la lastima, ni el consuelo de nadie solo un consejo imparcial y amplio. Pero nadie parecía interesado ni preocupado en ayudarme, la única que persona que podía ayudarme, ya no estaba. Quizás la vida se había encargado de arrebatarme a esa persona. Lo cierto es que ya no estaba aquí para hacerme reír y charlar para darme su punto de vista. Eso también dolía. Como le extrañaba!

miércoles, 20 de julio de 2011

Amigos ♥ !!

Para los amigos que conozco hace mucho tiempo, para lo que recién nos estamos conociendo, para los que compartimos momentos de joda, los que me acompañaron en mis locuras, los que estuvieron en los buenos y malos momento, los que compartimos momentos de estudio, de trabajo.. en fin para todos ellos les deseo un Feliz día del amigo! un abrazo enorme para todos, los quiero mucho.. Simplemente  GRACIAS POR ESTAR!

No importa el lugar 
el sol es siempre igual no importa si es recuerdo o es algo que vendra no importa cuanto hay en tus bolsillos hoy sin nada hemos venido y nos iremos igual pero siempre estaran en mi esos buenos momentos que pasamos sin saber no importa donde estas si vienes o si vas la vida es un camino un camino para andar si hay algo que esconder o hay algo que decir siempre sera un amigo el primero en saber porque siempre estaran en mi esos buenos momentos que pasamos sin saber que un ami go es una luz brillando en la oscuridad siempre seras mi amigo no importa nada mas porque siempre estaran en mi esos buenos momentos que pasamos sin saber que un amigo es una luz brillando en la oscuridad siempre seras mi amigo no importa nada mas que un amigo es una luz brillando en la oscuridad siempre seras mi amigo no importa nada mas

domingo, 10 de julio de 2011

Si un día . . .


Si un dia tiene ganas de llorar.... llámame
no prometo hacerte reir...
pero puedo llorar contigo
Si un dia kieres huir
no tengas miedo de llamarme...
no prometo preguntar para detenerte
pero puedo correr contigo
si un dia no kieres escuchar a alguien,
llamame y...
prometo estar muy kieto y en silencio
pero... si un dia me llamas,
y  no encuentras respuesta....
ven rapido a verme, quizas yo te necesite....

sábado, 2 de julio de 2011

Traición

Como describir ese sentimiento tan terrible que sentí al verte. Quizás mi obsesión por cosas estúpidas esa la culpable. Pero esas palabras que al principio eran tan incoherentes, fueron forma en mi cabeza y sentido, Cuánta razón y cómo no lo había visto antes! Definitivamente no hay peor ciego que el que no quiere ver. Que acto tan imprudente ¿Cómo podría aprobarlo? Aunque, claro, me doy un punto a favor a que así me hubiera negado rotundamente nadie me habría prestado atención porque de todas formas nadie me pidió opinión, aun así y escuchando ciertos comentarios lo había creído imposible. Terrible es vivirlo y que día a día sea aun más claro, ¿Podría alguna vez explicar con palabras mi profundo dolor, y tristeza ante tal hecho repugnante, ante tal traición?
Ojala fueran solo habladurías de más, que están transformando mis sueños, torturando mis sentimientos y mi vida, Ojala! ¿Alguien podría escucharme sin interrumpirme soportando mi llanto sin cesar por la desafortunada realidad que estoy viviendo ? ¿Y también ese alguien podría darme una opinion totalmente imparcial, y un consejo que me ayude en lugar de un silencio más desgarrador?

martes, 21 de junio de 2011

Egoísmo

Edward me llevó a casa en brazos, ya que supuso que no iba a ser capaz de aguantar el viaje de vuelta agarrada a su espalda. Debí de quedarme dormida por el camino.
Al despertar, me encontraba en mi cama. Una luz mortecina entraba por las ventanas en un extraño ángulo, casi como si estuviera atardeciendo.
Bostecé y me estiré. Le busqué a tientas en la cama, pero mis dedos sólo encontraron las sábanas vacías.
—¿Edward? —musité.
Seguí palpando y esta vez encontré algo frío y suave. Era su mano.
—¿Ahora sí estás despierta de verdad? —murmuró.
—Aja —asentí con un suspiro—. ¿He dado muchas falsas alarmas?
—Has estado muy inquieta, y no has parado de hablar en todo el día.
—¿En todo el día?—pestañeé y volví a mirar hacia las ventanas.
—Ha sido una noche muy larga —repuso en tono tranquilizador—. Te has ganado un día entero en la cama.
Me incorporé. La cabeza me daba vueltas. La luz que entraba por la ventana venía del oeste.
-—¡Guau!
—¿Tienes hambre? —me preguntó—. ¿Quieres desayunar en la cama?
—Me voy a levantar —dije con un gruñido, y volví a desperezarme—. Necesito ponerme en pie y moverme un poco.
Me llevó a la cocina de la mano sin quitarme el ojo de encima, como si temiera que fuera a caerme. O a lo mejor creía que andaba como una sonámbula.
No me compliqué, y metí un par de rebanadas en la tostadora. Al hacerlo, me vi reflejada en la superficie cromada del aparato.
—¡Buf! Vaya pinta que tengo.
—Ha sido una noche muy larga —volvió a decirme—. Deberías haberte quedado aquí durmiendo.
—Sí, claro. Y perdérmelo todo. Tienes que empezar a aceptar el hecho de que ahora formo parte de la familia.
Edward sonrió.
—Puede que me acostumbre a la idea.
Me senté a desayunar y él se puso a mi lado. Al levantar la tostada para darle el primer bocado, me di cuenta de que Edward estaba observando mi mano. Al mirarla, vi que todavía llevaba puesto el regalo que Jacob me había dado en la fiesta.
—¿Puedo? —preguntó, señalando el pequeño lobo de madera.
Engullí haciendo bastante ruido.
—Claro.
Puso la mano bajo la pulsera y sostuvo el dije sobre la pálida piel de su palma abierta. Por un instante me dio miedo, ya que la menor presión de sus dedos podía convertirla en astillas.
No, él no haría algo así. Me sentí avergonzada sólo de pensarlo. Edward sopesó el lobo en la mano unos segundos y luego lo dejó caer. La figurilla se quedó colgando de mi muñeca con un leve balanceo.
Traté de leer su mirada. Su expresión era seria y pensativa; todo lo demás lo mantenía oculto, si es que había algo más.
—Así que Jacob Black puede hacerte regalos.
No era una pregunta ni una acusación, sólo la constatación de un hecho. Pero sabía que se refería a mi último cumpleaños y a cómo me había empeñado en que no quería regalos, y menos aún de Edward. No era un comportamiento del todo lógico, y además nadie me había hecho caso.
—Tú me has hecho regalos —le recordé—. Sabes que me gustan los objetos hechos a mano.
Edward frunció los labios.
—¿Y qué pasa con los objetos usados? ¿Puedes aceptarlos?
—¿A qué te refieres?
—Este brazalete... —trazó un círculo con el dedo alrededor de mi muñeca—. ¿Piensas llevarlo puesto mucho tiempo?
Me encogí de hombros.
—Es porque no quieres herir sus sentimientos, ¿no? —insinuó con perspicacia.
—Supongo que no.
—Entonces —me preguntó, observando mi mano mientras hablaba; me la puso boca arriba y recorrió con el dedo las venas de mi muñeca—, ¿no crees que sería justo que yo también tuviera una pequeña representación?
—¿Una representación?
—Un amuleto, algo que te recuerde a mí.
Tú estás siempre en mis pensamientos. No necesito recordatorios.
—Si yo te diera algo, ¿lo llevarías? —insistió.
—¿Algo usado? —aventuré.
—Sí, algo que yo haya llevado puesto una temporada —dijo, poniendo su sonrisa angelical.
Pensé que si ésa era su única reacción al regalo de Jacob, la aceptaba de buen grado.
—Lo que tú quieras.
—¿Te has dado cuenta de la injusticia? —me preguntó, cambiando a un tono acusador—. Porque yo sí, desde luego.
—¿Qué injusticia?
Edward entrecerró los ojos.
—Todo el mundo puede regalarte cosas, menos yo. Me habría encantado hacerte un regalo de graduación, pero no lo hice, porque sabía que te molestaría más que si te lo hacía cualquier otra persona. Es injusto. ¿Cómo me explicas eso?
—Es fácil —dije, encogiéndome de hombros—. Para mí, tú eres más importante que nadie en el mundo, y el regalo que me has entregado eres tú mismo. Eso es mucho más de lo que merezco, y cualquier cosa que me des desequilibra aún más la balanza entre nosotros.
Edward procesó esta información un instante y después puso los ojos en blanco.
Es ridículo. Me estimas en mucho más de lo que valgo.
Mastiqué con calma. Sabía que si le decía que se pasaba de modesto no me haría caso.
Su móvil sonó. Antes de abrirlo, miró el número.
—¿Qué pasa, Alice?
Mientras él escuchaba, yo esperé su reacción. De pronto me sentí muy nerviosa, pero a Edward no pareció sorprenderle lo que le contaba Alice, fuese lo que fuese, y se limitó a resoplar unas cuantas veces.
—Yo también lo creo —le dijo a su hermana mientras me miraba a los ojos enarcando una ceja en gesto de desaprobación—. Ha estado hablando en sueños.
Me sonrojé. ¿Qué se me había escapado ahora?
Edward me lanzó una mirada furiosa al cerrar el teléfono.
—¿Hay algo de lo que quieras hablar conmigo?
Reflexioné unos instantes. Dada la advertencia de Alice la noche anterior, era fácil suponer la razón de la llamada. Luego, recordé los sueños que había tenido durante el día, unos sueños agitados en los que corría detrás de Jasper, intentando seguirle entre el laberinto de árboles para llegar al claro donde sabía que encontraría a Edward. También a los monstruos que querían matarme, cierto, pero no me importaba porque ya había tomado mi dicisión.
También era fácil suponer que Edward me había oído mientras hablaba dormida.
Fruncí los labios por un momento, incapaz de aguantarle la mirada. Esperé.
—Me gusta la idea de Jasper —dije por fin.
Edward emitió un gruñido.
—Quiero ayudar. Tengo que hacer algo —insistí.
—Ponerte en peligro no es ninguna ayuda.
—Jasper cree que sí. Y en esta área él es el experto.
Edward me dirigió una mirada furibunda.
—No puedes impedírmelo —le amenacé—. No pienso esconderme en el bosque mientras todos vosotros os arriesgáis por mí.
Casi se le escapó una sonrisa.
—Alice no te ve dentro del claro, Bella. Te ve extraviada y dando tumbos por la espesura. No serás capaz de encontrarnos. Sólo vas a conseguir que pierda más tiempo buscándote luego.
Traté de mantenerme tan fría como él.
—Eso es porque Alice no ha tenido en cuenta a Seth Clearwater —dije sin levantar la voz—. Y en todo caso, de haberlo hecho, no habría podido ver nada en absoluto, pero parece que Seth quiere estar allí tanto como yo. No será muy difícil convencerle para que me enseñe el camino.
Un relámpago de ira recorrió su cara, pero enseguida respiró hondo y recuperó la compostura.
—Eso podría haber funcionado... si no me lo hubieras dicho. Ahora tendré que pedirle a Sam que le dé a Seth ciertas instrucciones. Aunque no quiera, Seth no puede negarse a acatar ese tipo de órdenes.
Sin perder mi sonrisa apacible, le pregunté:
—¿Y por qué tendría que darle esas instrucciones? ¿Y si le digo a Sam que me conviene ir al claro? Apuesto a que prefiere hacerme un favor a mí que a ti.
Edward tuvo que controlarse de nuevo para no perder la compostura.
—Tal vez tengas razón, pero seguro que Jacob está más que dispuesto a dar esas mismas instrucciones.
Fruncí el ceño.
—¿Jacob?
—Jacob es el segundo al mando. ¿No te lo ha dicho nunca? Sus órdenes también han de ser obedecidas.
Me tenía pillada, y su sonrisa indicaba que lo sabía. Arrugué la frente. No dudaba de que Jacob se pondría de su parte, aunque sólo fuera por esta vez. Y además, Jacob nunca me había contado eso.
Edward se aprovechó de mi momento de vacilación, y prosiguió en un tono suave y conciliador:
—Anoche me asomé a la mente de la manada. Fue mucho mejor que un culebrón. No tenía ni idea de lo compleja que es la dinámica de una manada tan numerosa. Cada individuo tratando de resistirse a la psique colectiva... Es absolutamente fascinante.
Le miré furiosa: era obvio que intentaba distraerme.
—Jacob te ha ocultado un montón de secretos —me dijo con una sonrisa sarcástica.

( . . . )
—Sí, la manada resulta fascinante —coincidí—. Casi tanto como tú cuando intentas cambiar de tema.
Su expresión volvió a ser cortés: una perfecta cara de póquer.
—Tengo que ir a ese claro, Edward.
—No —dijo en tono concluyente.
Entonces se me ocurrió otro rumbo distinto.
No era tanto que yo tuviese que ir al claro como que tenía, que estar en el mismo lugar que Edward.
Eres cruel, me dije a mí misma. ¡Egoísta, egoísta, más que egoísta! ¡No se te ocurra hacer eso!
Ignoré mis impulsos bondadosos, pero aun así fui incapaz de mirarle mientras hablaba. La culpa mantenía mis ojos clavados a la mesa.
—Mira, Edward —susurré—, la cuestión es ésta: ya me he vuelto loca una vez. Sé cuáles son mis límites. Y si me vuelves a dejar, no podré soportarlo.
Ni siquiera levanté la mirada para ver su reacción, temiendo comprobar el dolor que le estaba infligiendo. Oí que tomaba aire de repente, y luego siguió un silencio. Seguí mirando la madera oscura de la mesa, deseando ser capaz de retractarme de mis palabras. Pero sabía que probablemente no lo haría. Y menos si aquello funcionaba.
De pronto sus brazos me rodearon, y sus manos me acariciaron la cara y los brazos, Él me estaba consolando a mí. Mi culpa pasó a modo de torbellino, pero mi instinto de supervivencia era más fuerte, y no cabía duda de que Edward resultaba imprescindible para que yo sobreviviera.
—Sabes que no es así, Bella —murmuró—. No estaré lejos, y pronto habrá acabado todo.
—No puedo —insistí, con la mirada aún fija en la mesa—. No soporto la idea de no saber si volverás o no. Por muy pronto que se acabe, no puedo vivir con eso.
Edward suspiró.
—Es un asunto sencillo, Bella. No hay razón para que tengas miedo.
—¿Seguro?
—Ninguna razón.
—¿A nadie le va a pasar nada?
—A nadie —me prometió.
—¿Así que no hay ninguna razón para que yo esté en ese claro?
—Desde luego que no. Alice me ha dicho que tienen menos de diecinueve años. Los manejaremos sin problemas.
—Está bien. Me dijiste que era tan fácil que alguien podía quedarse fuera —repetí sus palabras de la noche anterior—. ¿Hablabas en serio?
—Sí.
Estaba tan claro que no sé cómo no lo vio venir.
—Si es tan fácil —añadí—, ¿por qué no puedes quedarte fuera tú?
Tras un largo rato en silencio, me decidí a levantar la mirada para observar su expresión.
Había vuelto a poner cara de póquer.
Respiré hondo.
—Así que, una de dos: o es más peligroso de lo que quieres reconocerme, en cuyo caso será mejor que yo esté allí para ayudaros, o bien va a ser tan fácil que se las pueden arreglar sin ti. ¿Cuál de las dos opciones es la correcta?
No respondió.
Sabía en qué estaba pensando. En lo mismo que yo: Carlisle, Esme, Emmett, Rosalie, Jasper. Y... me obligué a pensar en el último nombre. Alice.
¿Soy un monstruo?, me pregunté. No del tipo que el propio Edward creía ser, sino un monstruo de verdad, de los que dañan a la gente. Esa clase de monstruos que no conocen límites para conseguir lo que quieren.
Lo que yo quería era que él estuviese a salvo conmigo. ¿Existía algún límite a lo que estaba dispuesta a hacer o a sacrificar por ese propósito? No estaba segura.
—¿Me estás pidiendo que deje que luchen sin mi ayuda? —me preguntó en voz baja.
—Sí —me sorprendía hablar en un tono tan ecuánime cuando en el fondo me sentía una miserable—. Eso, o que me dejes ir. Me da igual, siempre que estemos juntos.
Respiró hondo, y luego espiró el aire muy despacio. Me puso las manos a ambos lados de la cara, obligándome a aguantarle la mirada, y clavó sus ojos en los míos durante largo rato. Me pregunté qué buscaba en ellos y qué estaba encontrando, y si la culpa era tan palpable en mi rostro como en mi estómago, que se me había revuelto.
Sus ojos lucharon por contener alguna emoción que no pude leer. Después apartó una mano de mi cara para sacar de nuevo el móvil.
—Alice —dijo, con un suspiro—. ¿Puedes venir un rato para hacer de canguro con Bella? —enarcó una ceja, desafiándome a ponerle pegas a lo de «canguro»—. Necesito hablar con Jasper.
No oí nada, pero era evidente que Alice aceptaba. Edward soltó el teléfono y volvió a mirarme a la cara.
—¿Qué vas a decirle a Jasper? —le pregunté.
—Voy a discutir... la posibilidad de que yo me quede fuera.
Me fue fácil leer en su rostro lo difícil que le resultaba pronunciar aquellas palabras.
—Lo lamento.
Y era cierto. Odiaba obligarle a hacer esto, pero no tanto como para fingir una sonrisa y decirle que siguiera adelante sin mí. No; me sentía mal, pero no hasta tal punto.
—No te disculpes —me dijo, esbozando apenas una sonrisa—. Nunca temas decirme lo que sientes, Bella. Si eso es lo que necesitas... —se encogió de hombros—. Tú eres mi prioridad número uno.
—No me refería a eso. No se trata de que elijas entre tu familia o yo.
—Ya lo sé. Además, no es eso lo que me has pedido. Me has ofrecido las dos opciones que puedes soportar tú, y he escogido la que puedo soportar yo. Así es como se supone que funciona el compromiso.
Me incliné hacia delante y apoyé la frente contra su pecho.
—Gracias —le susurré.
—En cualquier momento —me respondió, dándome un beso en el pelo—. Cualquier cosa.

( . . . )
—Te vas a perder la diversión —gruñó.
—Hola, Alice —la saludó Edward.
Después me puso un dedo bajo la barbilla y me levantó la cara para darme un beso de despedida.
—Volveré esta misma noche —me prometió—. He de reunirme con los demás para solucionar este asunto y reorganizarlo todo.
—Vale.
—No hay mucho que reorganizar —dijo Alice—. Ya se lo he contado. Emmett está encantado.
Edward exhaló un suspiro.
—Ya me lo imagino.
Salió por la puerta y me dejó a solas con Alice.
Ella me miró echando chispas por los ojos.
—Lo siento —volví a disculparme—. ¿Crees que esto lo hará más peligroso para vosotros?
Alice soltó un bufido.
—Te preocupas demasiado, Bella. Te van a salir canas antes de tiempo.
—Entonces, ¿por qué estás enfadada?
—Edward es un cascarrabias cuando no se sale con la suya. Me estoy imaginando cómo va a ser aguantarle durante los próximos meses —hizo una mueca—. Supongo que, si sirve para que mantengas la cordura, merece la pena, pero me gustaría que no fueras tan pesimista, Bella. Resulta innecesario.
—¿Dejarías que Jasper fuera sin ti? —le pregunté.
Alice hizo otro mohín.
—Eso es diferente.
(...)

jueves, 9 de junio de 2011

Diferencia entre las minas y las mujeres

Las minas quieren controlar al hombre en sus vidas.
Las mujeres, saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.

Las minas te gritan porque no las llamás.
Las mujeres están demasiado ocupadas para darse cuenta de que no las llamaste.

Las minas tienen miedo de estar solas.
Las mujeres lo utilizan como tiempo para su crecimiento personal.

Las minas ignoran a los buenos hombres.
Las mujeres ignoran a los malos.

Las minas te hacen que vuelvas a casa.
Las mujeres hacen que quieras volver a casa.

Las minas dejan su agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes.
Las mujeres hacen sus planes y cariñosamente notifican a los hombres para que ellos se integren como mejorles convenga.

Las minas monopolizan el tiempo de su hombre.
Las mujeres se dan cuenta de que un poco de espacio, hace del tiempo juntos algo más especial.

Las minas creen que un hombre que llora es débil.
Las mujeres ofrecen su hombro y un pañuelo.

Las minas lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso.
Las mujeres saben que fue sólo un hombre.

Las minas se enamoran y persiguen sin descanso.
Las mujeres saben que algunas veces el que vos amás, no te amará y continúan su camino sin rencor.

Las minas leerán esto y harán una mueca.
Las mujeres lo pasarán a otras mujeres.

lunes, 6 de junio de 2011

La otra cara de la moneda

Muchas veces lo escucho, que hasta podrían haberla convencido si no fuera porque ella se conocía bien como para saber que era una estupidez tratar de engañarse a si misma y hacerse ilusiones que no durarían por mucho tiempo. Aunque con esas  actitudes, y esa mirada que ella tanto amaba era imposible no tener esperanzas. Pero ahora ella sola en su habitación acostada y desvelada buscó los auriculares  en su mochila recordaba perfectamente donde los había dejado por lo que ni necesitaba levantarse a prender la luz. Los conecto al celular y así sin pensar, sus dedos buscaron automáticamente ese tema que para sentirse peor ella escuchaba.
Prácticamente esa era la rutina que después de un día agotador (casi todos iguales y cada día más)  escuchaba una lista de reproducción preparada especialmente para ese momento, para llorar y pensar, sacar conclusiones y armar ilusiones hasta quedarse dormida, y al siguiente despertar mirarse al espejo y simular que está todo bien para empezar otro día lleno de actividades y sin tiempo para demostrar ni un sentimiento negativo, o hablar con alguien.Triste realidad.

viernes, 3 de junio de 2011

Manzanitas!!


Permaneciendo en lo alto de un árbol de manzanas 
Las mujeres somos como manzanas en los árboles. 
Las mejores están en la copa de árbol. 
Los hombres no quieren alcanzar las mejores, 
porque tienen Miedo de caerse y herirse... 
En cambio toman las manzanas podridas 
que han caído a tierra y aunque no son tan buenas 
son fáciles de agarrar... 
Asíque las manzanas que están en la copa del árbol, 
piensan para si, que hay algo que esta mal en ellas 
cuando en realidad "ELLAS Son Grandiosas" 
Simplemente tienen que ser pacientes 
y esperar que el hombre correcto llegue... 
Aquel que sea lo suficientemente VALIENTE 
para trepar hasta la cima del árbol por ellas... 

No nos caigamos para ser alcanzadas... 
quien nos necesite y nos quiera 
hará todo para alcanzarnos! 
Para mis amigas manzanitas!!!!!!

miércoles, 1 de junio de 2011

¿El amor o la razón?

¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo, si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando, o las heridas no se van cerrando, cuantas cosas cambiarían?

Porque es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses o años las cosas se solucionan, y lo peor es que uno se auto convence, y se cree un superado, alguien que tuvo la suerte de superar un dolor y sobreponerse, y se vuelve a sentir fuerte...

Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, por que la RAZÓN piensa:

”¡Otra vez no! ¿o acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte en pie?, ¿o no te acuerdas de esas noche sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas?

¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estas de pie no sería mejor que anduvieras por otros caminos? Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña?...

¡Piensa! ¡no te equivoques! Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos, ¿crees que vale la pena?

Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente, todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar" Y se hace un silencio eterno...

El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida, el CORAZÓN replica:

"No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor... Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir...

Porque el amor no sólo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno... la verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN.

Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin alma.

Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente... le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama... lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que por rencor o desconsuelo no sea capaz de tomar a la persona que ama, y gritarle a todo el mundo que por ella daría la vida...

Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA"...