sábado, 17 de diciembre de 2011

Soledad

Nunca había comprendido a este ese momento cuanto dolía podía entrar en su pecho, no existía consuelo alguno, pañuelos suficientes que secaran sus lagrimas, ni canciones suficientemente triste que pudieran expresar lo que sentía verdaderamente. No le alcanzaba llorar noches tras noche hasta dormirse. No era suficiente, sabia que lo merecía y no se arrepentía de todo lo que sufría, por lo menos significaba que todavía era capaz de sentir algo, no podía ser peor que no sentir nada. Ademas quería decir que seguía viva por dentro a pesar de que sintiera todo lo contrario,  a pesar de que sus ojos expresaran solo tristeza, y la necesidad de alguien la escuchara o la abrazara mas bien porque no podía hablar, pero nadie lo notaba. Porque nadie veía cuanto sufría, como se le llenaban los ojos de lagrimas a cada palabra, ellos simplemente querían verla reír y no entendían que ella podía no ser feliz y lo hacían sin ninguna maldad, se lo aseguro. Pero en fin ella solo necesitaba tiempo, lo que menos quería en esta vida y lo que mas rápido  o lento (quien sabe) pasaba, realmente no tenia noción de ello . . .

domingo, 11 de diciembre de 2011

Existen finales felices?

Era un día como cualquier otro, caminaba sin saber a donde iba simplemente lo hacia por rutina. Era una de esas veces en las que estas rodeada del bullicio pero nada importa, o tienes la música de tus auriculares que a penas lo soportas, como si alguien te estuviera hablando, pero no lo escuchas porque tu no eres consciente de nada de ello, de lo único que eres capaz de escuchar y porque ademas no puedes escapar ya que no hay salida es de escuchar tus pensamientos. Y ellos solo saben hablar de lo que mas te duele, solo saben meter el dedo en la yaga. Ella estaba tan triste... pero tan poco podía hablar de ello o desahogarse, que le parecía imposible un día dormirse sin llorar o soñar con el y al otro día despertarse con un dolor en el pecho cada vez mas profundo. El tiempo había pasado las cosas cambiaron, y aunque ella también cambio físicamente por dentro seguía igual era como para que todos pensaran que ella estaba bien, que ella era fuerte pero jamas había sido así, ella prefería sufrir en silencio antes de que le tuvieran lastima.
Pero a tanto dolor un día llego su recompensa, ella caminaba como sin vida, como siempre que estaba sola, aprovechaba de ser ella misma y no tener que fingir y escucho que la llamaron por su nombre, se paro en seco, era imposible que confundiera esa voz tanto como el el estuviera allí, debía ser producto de la imaginación pensó no se animaba a darse vuelta y cuando estaba decidida a continuar con su camino escucho que alguien venia corriendo y se paro detrás de ella con el aliento cansado, ella espero sin saber que pensar y mucho menos hacer entonces el le tomo el brazo cuidadosamente mientras repetía su nombre, y solo ahi se animo a mirar...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Me di cuenta cuanto daño nos puede hacer una inocente pelea o cosas que decimos en la vida cotidiana, actos, pequeñeces que parecen en el momento, pero como nos marcan, como nos duelen, y lastiman.
Quizás de la bronca no pensamos pero cuanto daño podemos hacer! Escuchando diferentes historias de vida, conociendo nuevas personas, tratando con antiguas amistades, trabajando en un lugar en que se esta en contacto permanente con la gente me doy cuenta que nunca (por mas que me encantara) terminare de entender a las persona. Distan tanto los pensamiento, actitudes de ser, formas de unos a otra que confunde. Porque muchas veces piensen según la forma en que fueron educados, según la época, según la experiencia de vida principalmente. Aunque no todas las personas son abiertas y te cuentas sus historias la mayoría si lo hace. Se que no se pueden confiar en nadie y eso probablemente sea mi mayor error, confiar en todos.
Aprendí que la mejor de las personas puede dañarte mas que tu peor enemigo, y que de la persona que menos lo esperas te va a tender la mano cuando lo necesites.