lunes, 27 de mayo de 2013

Viajar

Era una decisión difícil. Debía irme. Había estado cuando él me necesito, cuando mis amigos me necesitaron, cuando mi familia me necesito, y a pesar de que estaba segura de haber cometido muchos errores en los últimos 12 meses, estaba también convencida (o quería estarlo) de haber hecho algo bien. Ahora necesitaba hacer algo por nosotras, por salir adelante. Era doloroso, sobre todo al ver sus rostros... Y por momentos dudaba, pero en el fondo estaba muy segura. Hacía tiempo que estaba decidido y así lo había comentado aunque por lo visto nadie me había creído, lo que faltaba era decidir la fecha y sentía que estaba muy cerca, demasiado. Necesitaba fuerza y poder de decisión  Sentir seguridad me confundía, no estaba acostumbrada a ese sentimiento. Por un lado soñaba que todo se resuelva aquí para poder sentir que necesitaba quedarme, pero no lo necesitaba, es más necesitaba exactamente lo contrario. Quizás parecía que estaba escapando de los problemas, pero no se podía escapar de ellos. Lo que realmente quería era empezar de nuevo (por decirlo de alguna forma, no encuentro la frase correcta) terminar con mi rutina, con mi desastrosa vida, y sobre todo por hacerle feliz a ella después de tantas amarguras que le había traído. ¿Será que de una vez por todas este haciendo las cosas bien? Creía que si, sentía que sí y eso me hacía feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario