lunes, 24 de junio de 2013

Películas

Dedicaba la mayor parte de mi tiempo libre a mirar películas. Parecía algo sensato, normal. No le daba importancia. Comedias románticas eran mis favoritas. No entendía porque siempre me decepcionaba con el final de todas, sin duda, tenían su final feliz y me alegraba por ello pero no era lo que buscaba. Me molestaba mucho, caminar por la calle y ver parejas felices, entonces ¿Porque las miraba desde la comodidad de mi hogar cuando podía hacer otra cosa?
 Leía libros románticos también, y escuchaba música, no hace falta aclarar el género. Mi vida sentimental era un completo desastre, eso no me preocupaba mucho (estaba acostumbrada a vivir así) pero lo ocurrido recientemente había dejado una herida, que parecía no querer cicatrizar, y lo que yo hacía no ayudaba.
Me empece a molestar conmigo misma. Pero por algún motivo que no llegaba a comprender, no cambiaba de actitud. Era estúpido lo que hacía, cada vez terminaba más devastada.
Hasta que un día lo comprendí: Estaba buscando mi historia, quería verme reflejada en aquellas películas, quería entender y sentirme la princesa del cuento. Pero no lo conseguía porque yo no tenía un final feliz, sólo una vez mis sentimientos se vieron reflejados, la trama se acerco bastante tanto que me sentí identificada con la protagonista, y me hubiese gustado cortarla justo donde era mi final. Pero yo era la villana de la novela, o lo que sea. Lo sabía, faltaba aceptarlo.
Y lo que más dolía era que sabía que cada paso que iba a dar traería su consecuencia, pero bloqueaba de algún modo eso en mi cabeza y daba el paso para nuevamente chocar contra la pared.
Y especialmente esta noche, y pienso en aquellas charlas, miró lo que hice, hago y seguiré haciendo, miró a mi alrededor. Nada cambió exteriormente en lo que respecta a lo que me rodea. Lo que corresponde a mi persona, a parte de tener unas terribles ojeras, pocos cambios notables se pueden mencionar. Ahora si hablamos de mi interior, nada será como antes, estaba derrotada. Palabras, recuerdos, secretos que nunca saldrán de allí, vivirán por siempre en mi corazón.
Yo no soy la excepción a la regla.

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